El gusto de la nada (Baudelaire)

¡Triste espíritu, antaño amante de la lucha,
la Esperanza, cuya espuela excitaba tu ardor,
no quiere ya montarte! Échate sin pudor,
viejo caballo cuyas patas tropiezan en todos los obstáculos.

Resígnate, corazón mío; duerme tu sueño de bruto.

¡Espíritu vencido, extenuado! Para ti, viejo merodeador,
el amor no tiene ya sabor, ni tampoco la lucha;
¡adiós, pues, cantos del metal y suspiros de la flauta!,
¡placeres, no tentéis ya a un corazón sombrío y gruñón!

¡La adorable Primavera ha perdido su olor!

Y el Tiempo me devora minuto tras minuto,
como la nieve inmensa a un cuerpo afectado por la rigidez;
contemplo desde lo alto el globo de su redondez,
y ya no busco en él el abrigo de una choza.

Alud, ¿quieres arrastrarme en tu caída?

Más que suficiente.

Recuento de un "bicentenario"

Él es Daniel Wool (Dan para efectos prácticos, Jude Law si lo que desea es buscarlo por facebook): es un completo hijo de puta, en todo el amplio sentido de la expresión. Supongo que el problema no es ése, sino que lo es el hecho de que me sienta tan afín y empático ante su personaje...

casi un calco.

La miseria del amo.

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No me queda nada por profanar.

Todo cuanto he querido lo he violado, muchas veces de un modo censurable.

Sensuravle como una fálta de hortografia,
o como una literata para libros ministeriales.