Frase del día

"Un peón aislado dispersa tristeza por todo el tablero" (Savielly Tartakower).

25 septiembre 2010

La joven del abrigo largo (V. Huidobro)

Cruza todos los días la plaza en el mismo sentido.
Es hermosa. Ni alta ni baja, tal vez un poco gruesa. Grandes ojos, nariz regular, boca madura que azucara el aire y no quiere caer de la rama.
Sin embargo, tiene un gesto amargado y siempre lleva un abrigo largo y suelto. Aunque haga un calor excepcional. Esta prenda no cae jamás de su cuerpo. Invierno y verano, más grueso o más delgado, siempre el sobretodo como escondiendo algo. ¿Es que ella es tímida? ¿Es que tiene vergüenza de tanta calle inútil?
¿Ese abrigo es la fortaleza de un secreto sentimiento de inferioridad? No sería nada raro. Por eso tiene un estilo arquitectónico que no sabría definir, pero que, seguramente, cualquier arquitecto conoce.
Tal vez tiene el talle muy alto o muy bajo, o no tiene cintura. Tal vez quiere ocultar un embarazo, pero es un embarazo demasiado largo, de algunos años. O será para sentirse más sola o para que todas sus células puedan pensar mejor. Saborea un recuerdo dentro de ese claustro lejos del mundo.
Acaso quiere sólo ocultar que su padre cometió un crimen cuando ella tenía quince años.

23 septiembre 2010

Me retracto de todo lo dicho (N. Parra)

Antes de despedirme 
Tengo derecho a un último deseo: 
Generoso lector 
                         quema este libro 
No representa lo que quise decir
A pesar de que fue escrito con sangre 
No representa lo que quise decir.


Mi situación no puede ser más triste
Fui derrotado por mi propia sombra:
Las palabras se vengaron de mí.


Perdóname lector 
Amistoso lector
Que no me pueda despedir de ti
Con un abrazo fiel:
Me despido de ti 
con una triste sonrisa forzada.


Puede que yo no sea más que eso
pero oye mi última palabra: 
Me retracto de todo lo dicho. 
Con la mayor amargura del mundo 
Me retracto de todo lo que he dicho.



16 septiembre 2010

El fantasma de las navidades pasadas (o una nueva lectura al eterno retorno).




I.
El que no deja dormir tranquilo,
el que te carcome la conciencia,
el que te daña, mas no golpea;
al que se ama y se odia.


II.
Las noches de sueño y las para olvidar
se entremezclan en un crisol mental
contrahecho de risas y llantos.


III.
Creo que el mejor papel que representa el verdugo
es el de víctima...
¿o era de ternerito desamparado?


IV.
Tu aroma a cercanía
se contrapone con la distancia,
con ese muro de piedra,
que levanto día a día.


V.
Me gustaría que este año presenten nuevamente el Cascanueces:
sería lindo.


VI (Del Madrigal Triste de Baudelaire).
(...) Pero en tanto, Adorada, que no pueblen tus sueños
pesadillas sin término, reflejos avernales,
y en lívidas visiones de azufre mil puñales
tajen tu carne ebria de filtros y beleños,
              
y a todas las quimeras pávida esclavizada
el augurio funesto mires a cada paso,
y convulsa te acojas al letárgico abrazo
del tedio irresistible que anuncia la alborada.
              
Tú no podrás, -oh sierva que me impones tu ley
y a tu amor me encadenas perversa y temblorosa,
decirme desde el antro de la noche morbosa,
con el alma en un grito: Yo soy tú mismo, ¡oh Rey!


VII.
Es curioso que, cuando se piensa que he sido poco diligente,
una bestia despreocupada e insensible
(aunque no niego que lo he sido en ocasiones),
no se toma en cuenta que es por mi obsesión 
que estoy como estoy. 




VIII.
Todo es tan raro y enfermo
como una fría noche de verano,
un pan con mantequilla y huevo
o la amada esclavitud que anhela el liberto.



13 septiembre 2010

Desempolvando el armario.

La verdad, siempre pensé que inauguraría un hipotético blog con algún ingenioso poema de mi autoría, o un cuento... o lo que fuese. Sin embargo, me planto como una nena de yingo ante la pantalla sin nada muy convincente que poner (cosa bastante triste si se mira de lejos). No obstante, puede que el reproductor windows media me ayude en esta ocasión.

Resulta ya autoevidente que mi obsesión por el tío Piotr Ilich llega a niveles un tanto patológicos: ya no sé si el hecho de repetir tantas veces un mismo plato sin hostigarme pueda esconderse tras la prefabricada frase "¡pero si me gusta la wea!". Supongo que influye un tanto el cómo el ruso éste ha marcado en buena parte el pulso de mis últimos años (para bien o para mal).

Como sea. La cosa es que hace poco pude encontrar finalmente una de esas típicas realizaciones que el tiempo se traga sin respeto alguno. Hablo de la Sinfonía Manfred (poema sinfónico inspirado en la obra de Byron). No puedo negar que siempre me causó una sospechosa extrañeza que no estuviese numerada como el resto de las composiciones de esa naturaleza, pero probablemente lo que más me afectó fue que no pude encontrar referencia alguna de dicha obra. Una vez más parecía atrincherarme en la frustrante idea de que el Cascanueces y el Lago de los Cisnes se habían llevado todo el crédito...

¡Gran alegría imaginarán, mis pequeños druggies, cuando finalmente encontré una versión de este seudo eslabón musical perdido! Ya se me iba olvidando qué era no sentir la gravedad...

http://www.youtube.com/watch?v=KBM2ectMwck&feature=related (al menos ver desde el 2:07 en adelante).

Googleando descubrí que esta "sinfonía" no se interpreta en la práctica debido a (i) la dificultad indiscutida de la misma y (ii) por la poco homogénea apreciación de la misma (las posturas más "suaves" al respecto la catalogan como la gran obra maestra de Tchaikovsky o como una soberana lacra inconsistente).

La verdad, esa suerte de "pluralidad" de criterios me importa una real mierda: no puedo no emocionarme con    la emotividad del primer movimiento... ¡para qué hablar del orgasmo múltiple que me provoca el cuarto! Pareciera que la fuerza que se mueve por la partitura te hará intocable, o mejor aún: sublime.

       .

A modo de obertura...

Si bien no tengo todavía muy claro el porqué me hice este pequeño blog, espero que salgan cosas productivas del mismo o que, en su defecto, me puedan llegar a ser útiles (mis excusas a quienes les moleste semejante muestra de "egoísmo").

Sin nada más que decir, pero dejando en entredicho todo un mundo.

Cristiano.