
I.
El que no deja dormir tranquilo,
el que te carcome la conciencia,
el que te daña, mas no golpea;
al que se ama y se odia.
II.
Las noches de sueño y las para olvidar
se entremezclan en un crisol mental
contrahecho de risas y llantos.
III.
Creo que el mejor papel que representa el verdugo
es el de víctima...
¿o era de ternerito desamparado?
IV.
Tu aroma a cercanía
se contrapone con la distancia,
con ese muro de piedra,
que levanto día a día.
V.
Me gustaría que este año presenten nuevamente el Cascanueces:
sería lindo.
VI (Del Madrigal Triste de Baudelaire).
(...) Pero en tanto, Adorada, que no pueblen tus sueños
pesadillas sin término, reflejos avernales,
y en lívidas visiones de azufre mil puñales
tajen tu carne ebria de filtros y beleños,
y a todas las quimeras pávida esclavizada
el augurio funesto mires a cada paso,
y convulsa te acojas al letárgico abrazo
del tedio irresistible que anuncia la alborada.
Tú no podrás, -oh sierva que me impones tu ley
y a tu amor me encadenas perversa y temblorosa,
decirme desde el antro de la noche morbosa,
con el alma en un grito: Yo soy tú mismo, ¡oh Rey!
VII.
Es curioso que, cuando se piensa que he sido poco diligente,
una bestia despreocupada e insensible
(aunque no niego que lo he sido en ocasiones),
no se toma en cuenta que es por mi obsesión
que estoy como estoy.
VIII.
Todo es tan raro y enfermo
como una fría noche de verano,
un pan con mantequilla y huevo
o la amada esclavitud que anhela el liberto.
Bueno, el resto lo diseccionamos por msn...
ResponderEliminarLa obsesión no es en sí buena o mala, depende de sobre qué la tengas...
y no, no creo que seas una bestia despreocupada, al revés...
Tu loca Cindy